De las técnicas helenísticas cabe destacar más o solamente (esta es solo una consideración personal) la liberación o el «relevo zodiacal», sin con eso querer decir que las demás no tengan provecho o utilidad, sino que dicha utilidad puede resultar superflua o ser absuelta por medio de análisis más rápidos que, por lo mismo, nos permiten prescindir de ellas, mientras el «relevo zodiacal», por su parte, no puede ser absuelta por ninguna otra (al menos no más rápidamente), pero sí complementada por la progresión lunar natural o «proluna» de Cristo Cristoff Naumova (Boris Cristoff), pues resultan particularmente compatibles.

Ambas técnicas dependen de la aplicación de un ritmo específico sucesivo en la medida en que vamos absolviendo una cuenta, y de ahí el relevo que las caracteriza. Ahora bien, el ritmo de la primera responde al cielo (Zodiaco o eclíptica), mientras la segunda, por su parte, a la Tierra (casas o meridianos) con base en un efectivo número de larga data, el número siete (7). Es decir, según la teoría septenaria de la edad del hombre (la que Cristoff explica y defiende en su libro, La predicción astrológica por el sistema de la PROLUNA y sus derivados, 1967), cada casa de una carta natal abarca siete años de vida, para un ciclo completo de 84 años. En cada carta, dividimos el número de grados contenidos en una casa y dividimos entre siete con el fin de saber cuántos grados constituyen un año de vida al interior de cada casa.

En una futura obra ofrezco ejemplos de análisis donde ambas técnicas corroboran sucesos específicos, si bien la primera (el relevo) constituye un marco general, mientras la segunda, por su parte, uno específico (i.e. explica las circunstancias de los eventos más detalladamente).

Cristo Cristoff Naumova, mejor conocido como Boris Cristoff (1925-2017), fue un astrólogo uruguayo que predijo, además de la pandemia de 2020, la tentativa de asesinato en contra de Juan Pablo II a mediados de mayo de 1981, la que, efectivamente, tomó lugar un 13 de mayo. Predijo también la caída de Isabel Martínez de Perón con solamente 21 horas de margen de error. Predijo en 1978, antes de la elección del nuevo Papa y nueve días antes del cónclave, que el próximo Papa tendría un reinado muy corto. La predicción se cumplió y se hizo conocida en el mundo. Associated Press, por ejemplo, envió un reportero a entrevistarlo.

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