Antes de que comiences a leer:
The specialised sections concerning the Twelve Ecliptic Segments (Signs) and the Seven Classical Agents (Planets) are presented not as contemporary readings, but as an essential doctrinal corpus for analysis. These texts serve as primary documentation, illustrating the complex qualitative distinctions derived from the quantitative outputs of pre-modern geocentric astronomy. Their inclusion is critical for any scholar aiming to reconstruct the original interpretive heuristics of the discipline before the schism with modern astronomy. In fact, they function as a control group against which contemporary methods can be analytically compared.
Aries
Descripción general:
La energía intrínseca del signo es fuente de energía, vida y movimiento, mas con tendencia egoísta debido al predominio de la cualidad primitiva «seco» (véase física aristotélica), sujeta a la voluntad personal, que es voluntariosa y tendencialmente asocial, cuando no antisocial (connotación criminal). Planetas aquí emplazados claman una independencia personal que tiende a encontrarse por encima de todo, haciendo gala de una voluntad despótica y un pasionismo que no se arredra siquiera ante la violencia y la destrucción. En el carácter prevalecen el orgullo y la confianza en sí mismo, la ambición y un valor aumentado hasta la temeridad, rasgos que en representantes pervertidos, por ejemplo, se expresan como rijosidad, irritabilidad, despotismo y falta de medida. En representaciones superiores, sin embargo, el espíritu manifiesta vuelo, ardor e iniciativa [y justicia]. En representaciones deficientes, repetimos, el comportamiento resulta tiránico y se inclina a la destrucción más que a la construcción o la creación, guardando poca o ninguna consideración para el espíritu de la colectividad y para los sentimientos de la comunidad.
Cuando el signo hace parte de la composición del Ascendente del nativo, presta al exterior una fisonomía mongoloide, cabello de color arena o rojizo, cuerpo flaco con piernas relativamente cortas, pero constitución robusta [o resistente]. Promueve la aparición de pómulos salientes y un pecho robusto; una cara oblonga, huesuda, muchas veces configurada (como la de la oveja) y una frente ancha y un mentón estrecho. A menudo, se observa en el rostro una cicatriz o un lunar. En términos generales, promueve constituciones [fuertes o] robustas, sobre todo en caso de nacer en la primera mitad del signo, la llamada «hora», que llaman.
Cuando bien caracterizado [ora por el planeta allí emplazado, ora como signo ascendiente], confianza en sí mismo, valor, audacia, iniciativa y ambición, incluso, anhelos de actuar en el ambiente con la energía o la disposición del hombre marcial. Cuando no, produce rijosidad, irritabilidad, precipitación, impaciencia, exageración, despotismo y pasiones desenfrenadas, sobreviniendo la destrucción en lugar de la reforma y la transformación, la intolerancia y la rijosidad en vez de la lucha por ideales [de independencia], guardando tendencia a desarrollar métodos brutales a los fines de emplear la fuerza y recurrir a las violaciones. En fin, una mentalidad despótica o abusiva.
La vista y la ceguera. Orgánicamente, la cabeza. Con relación a las enfermedades, las dolencias de la cabeza misma, especialmente la jaqueca o la migraña y las enfermedades infecciosas agudo febriles (sarampión, escarlatina, viruela, etc.). [Rige la medicina desde el punto de vista quirúrgico, guardando entonces relación también con todas las herramientas cortopunzantes, desde el bisturí y los cuchillos y navajas hasta las espadas y armas blancas en general, a veces también las de fuego. No descartar quemaduras.]
Amatista, minio, sardónica, pirita, todas las piedras coloradas y el hierro. Con relación a las plantas, todas las provistas de espinas o de sabor picante y la amapola. Con relación a los animales, la cabra.
El número siete, el color rojo y el martes.
Borgoña, Dinamarca, Alemania, Inglaterra, Palestina, Polonia meridional y Siria.