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Ofrecemos la información según la estructura empleada por dos autores, ALPHERAT (1979) y WEISS (1924), e igualmente parte del contenido, editado y complementado por BUSTAMANTE SEGOVIA.
Júpiter
Descripción general
Desde su formación, Júpiter ha protegido a los planetas interiores de materia espacial residual que su gran fuerza gravitacional atrapa y su atmósfera destruye, lo que habría contribuido al crecimiento o la formación de los planetas interiores, evitando que cometas y asteroides se estrellaran contra sus superficies. No extraña o no debería extrañar entonces que este sea el «gran benéfico» o el «benéfico mayor» según la tradición, y, ciertamente, real, como lo es el sol (majestuoso, magnánimo, dador de vida). En este sentido, como con los demás cuerpos celestes, los datos proporcionados por la tradición coinciden sorprendentemente con sus propiedades astrofísicas y características astronómicas (si bien el caso más claro lo representa Urano, pues es el único planeta de nuestro sistema solar cuyo polo norte apunta directamente al sol, es decir, se haya totalmente volcado sobre un costado, haciendo de él un planeta particular, excéntrico o extraño, coincidiendo con las significaciones que le fueron atribuidas desde su descubrimiento). Júpiter es el primero de los planetas exteriores o distantes y el planeta más grande de nuestro sistema solar después del astro rey (sol), además de hermoso.
Representa la fortaleza y la grandeza del espíritu, el decoro de la justicia y la razón del discurso. En suma, todo lo elevado, lo más elevado posible, pues constituye el empíreo de los rosacruces y el jardín del Edén, el cielo y todo cuanto guarde semejanzas con el Supremo, desde la pedagogía que libera y la justicia que dignifica el ejercicio del ser humano hasta la mesa blanca y los milagros. Así, representa el bien (como valor en sí mismo, nunca como un medio) y la benevolencia y la unidad, la síntesis del conocimiento, la sabiduría y la clarividencia, la disciplina que compone y construye, la que conduce a las creaciones sublimes, la magnanimidad y las constituciones majestuosas tanto de la flora y la fauna como de las cosas en general, desde los árboles sequoias y las selvas más biodiversas del mundo, como el Amazonas, hasta el elefante y las ballenas, el dragón alado y el tigre de Siberia. Concede entonces desinterés y entereza, sentido del orden superior y de la justicia, un profundo amor al prójimo (reconoce, además, el principio de ecología humana) y comprensión tanto magnánima como abarcadora, amplia sobre los asuntos, holística, global, universal. Alegría espiritual (de esas que en lo más hondo del corazón son capaces de sentir tanto la música como la literatura) y un regocijo religioso que lo caracteriza una profunda lealtad a lo superior, supremo o divino. También aptitud para la filosofía y la crítica literaria, las disciplinas complejas y el sacerdocio (erudición). Tales significaciones se extienden igualmente al plano de la materia, pues proporciona también fortuna y suerte de toda clase de bienes, lo mismo en dinero como en especie y una abundancia que a veces alcanza la exuberancia. Gloria y honores y distinciones, salud y longevidad, devoción a la justicia y al Derecho natural, pues reconoce más la justicia de la naturaleza o de Dios que la del hombre (a diferecnia de Saturno), pero cuenta con la sabiduría necesaria para integrar o conciliar ambas. De mal estado cósmico, sin embargo, produce unos deseos insaciables de ostentar y de poseer en grandes proporciones, una amplia reserva de arrogancia, falta de sinceridad y predisposición a cometer actos dolosos particularmente osados, amor al juego y a los grandes riesgos. También despilfarro desmesurado, superstición exagerada y una especie de santurronería ególatra en lugar de la verdadera o genuina religiosidad abocada a la purificación del cuerpo, la mente y el espíritu en términos del cultivo de la sabiduría de Cristo, es decir, desligada de las interpretaciones de las instituciones religiosas al aborrecible amparo de un interés político (mejor representado por Saturno y su signo, Capricornio). También la arbitrariedad en lugar de la justicia, pues guardaría tendencia a pavonearse –como también lo hace el sol cuando mal caracterizado– en un tono desafiante y fanfarrón donde la verdadera dignidad o sentido de la justicia se hayan reemplazados por hueca pompa y vacío ceremonial, cuando no por sofismas que parecerían esgrimir la verdad, pero no es la verdad lo que esgrimen. Desde el punto de vista social, todas las profesiones liberales, empresas comerciales de gran vuelo, altos empleos en la magistratura, la banca y el clero. Físicamente, el hígado (el órgano más grande o voluminoso del cuerpo humano) e igualmente los pulmones, la circulación arterial y el sentido del olfato. Hay que tener este planeta presente en las congestiones cerebrales o accidentes cerebrovasculares y en los grandes inconvenientes de las arterias.
Bustamante (50%), Weiss (40%), Alpherat (10%).
A estrecha semejanza de las del sol, todas las grandes profesiones u oficios, especialmente si tratan ministerios, presidencias, magistraturas o el clero. Sabios, filósofos, jueces, altos funcionarios públicos, dignatarios eclesiásticos, posiciones en la alta finanza y en el comercio mayorista, representantes de la ley y de las organizaciones internacionales, pero también de las profesiones relacionadas con una buena vida, como los jefes de cocina y los hoteleros, especialmente de las grandes cadenas, pues el planeta representa, precisamente, las grandes corporaciones, lo mismo judiciales (Corte Suprema de Justicia) como empresariales (Hilton, Intercontinental, Marriot, Hyatt, etcétera). Desde el punto de vista judicial o litigioso, Júpiter representará siempre la perspectiva de la defensa, nunca de la acusación (Saturno). En este sentido, permanece atento al espíritu de la ley antes que a su tenor literal (la razón que la inspiró más que a la forma o manera en que fue redacta o compuesta), pues es un jurista natural, mientras Mercurio y Venus los litigantes hábiles. Ahora bien, si no cae en la retórica vacía, estaríamos hablando de un litigante excepcionalmente brillante, particularmente apto para el razonamiento y la lógica; sagaz, hábil, ágil. En suma, intelectualmente poderoso.
Bustamante, Weiss.
Los pulmones y el hígado, el tejido graso y asimismo los tendones (tejidos más densos como el cartílago y los huesos son competencia de Saturno y su ). Las arterias, la presión arterial y el semen (por su capacidad para engendrar) y las enfermedades de tales parte del organismo, en especial los trastornos metabólicos producto de una alimentación desmesurada o hiperbólica, y todavía más si el alcohol se haya involucrado. Las hiperfunciones y las hipertrofias, tanto benignas como malignas, es decir, multiplicaciones celulares o tumores.
Bustamante, Weiss.
La síntesis de las proteínas que constituyen los tejidos (músculos, entre otros), así como, en el plano mental, la síntesis del conocimiento (filosofía o sabiduría). Justo como señala el hermetismo (Hermes Trismegisto): «Como es arriba, también abajo; como es por dentro, también por fuera». De Júpiter depende la integridad del metabolismo desde el punto de vista macro. Es nuestra opinión que también debe regir el orgasmo, pues este se define como un clímax sexual o la descarga súbita de la tensión sexual que durante el ciclo de respuesta se acumuló, resultando en contracciones musculares rítmicas en la región pélvica caracterizadas por el placer. Todo esto (pelvis, caderas, cúmulo, éxtasis, sublimación o euforia) guarda una estrecha relación con Júpiter, por no mencionar el hecho de que lo experimentan tanto hombres (Marte) como mujeres (Venus) y que es controlado por el sistema nervioso autónomo o involuntario. El período después del orgasmo (conocido como período refractario) es a menudo una experiencia relajante o agradable de la cual la liberación neurohormonal (oxitocina, prolactina, endorfina) es responsable. No se nos olvide que Júpiter es también endocrino, no solamente vascular (arterias) o muscular.
Bustamante.
La amatista y el zafiro, la esmeralda y el estaño. En plantas, ámbar, alcanfor, azafrán, laurel, almizcle, rosal, sándalo y la caña de azúcar También, especialmente, la madera en términos generales, pues el planeta rige las cosas macizas o masivas y voluminosas, no solamente la flora y la fauna. En este sentido, los árboles gigantes como el secuoya y el kauri le corresponden, pues son particularmente altos y particularmente gruesos (si fueran altos solamente, quizá sería competencia de Saturno, sin perjuicio de otros). Asimismo, los animales como los caballos y los elefantes, las ballenas y los cetáceos odontocetos (especialmente la orca, pues el delfín, aunque considerable en tamaño, tiene connotaciones venusinas). Esto se debe no solo al tamaño del que gozan estas bellísimas criaturas de Dios, sino, en especial, a su nobleza y sensibilidad características, y, en el caso de los elefantes y de los cetáceos (odontocetos o no), tanto a lo antes mencionado a su compleja inteligencia, llegando, incluso, a tener una cultura (fueron catalogados por la ciencia como: personas no humanas). También el ciervo y el toro (especialmente en Tauro), el águila (especialmente en Leo), la urraca y el halcón. Por último, el tigre siberiano o de Siberia, más que el de Bengala, debido a su tamaño, pues el felino más grande de la Tierra, además de uno de los más bellos y el único majestuoso.
Bustamante, Weiss.
En colores, el azul, por supuesto, en especial si es un azul oceánico, pero también los otros dos colores de la realeza, el amarillo dorado y el púrpura. En números, nada menos que el 3.
Bustamante, Weiss.
Los jueves a la 1:00 y las 8:00 horas después de la salida del sol y a las 3:00 y las 10:00 de la noche siguiente.
Bustamante, Weiss.
Babilonia e Irán, España y Hungría y la ciudad de Colonia. También algunas regiones de Argentina, Chile, Brasil y, en particular, el Amazonas (regiones cercanas a los grandes cuerpos de agua o selvas particularmente húmedas, llenas de vida). En general, las grandes culturas y lenguas del mundo, de donde se desprende su caracterización folclórica, heroica o patriótica, a estrecha semejanza de la del sol. Todos los lugares destinados al culto y al Derecho, como también los que ostentan la fortuna del propietario (la “gran casa”, hacienda o mansión de los poderosos o afortunados, según el caso).
Bustamante, Weiss.