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Ernesto Sábato, su talento y su mente
junio 30, 2023
Autor: David Bustamante S.
Corto análisis astrológico sobre la mente y las aptitudes de uno de los grandes escritores del siglo XX, el autor de El túnel (1949), novela psicológica cuyo protagonista experimenta crisis.
Contexto
El autor de El túnel, ERNESTO SÁBATO, fue un escritor, pintor y físico teórico argentino, doctorado en física en la Universidad de La Plata. Ernesto es el autor de esa novela corta que en 1949 se hizo célebre y cuyo protagonista no solamente se devana los sesos en medio de una situación que algunos han juzgado existencialista sino que, al parecer, también es esquizofrénico, mientras el autor, por su parte, se dice haber experimentado una crisis también existencialista en 1943. Valdría la pena preguntarse si la proyección de Sábato en Castel iría más allá, es decir, si nuestro prócer habría experimentado también alguna forma de esquizofrenia o paranoia, en cuyo caso no sería el único genio con alguna forma de desequilibrio, así fuera leve. En un ensayo titulado «Los cuatro sueños en El túnel de Sábato» (1990. Universidad del Sarre. Alemania), el lingüista Agustín F. Seguí señala: “En un trabajo reciente creo haber demostrado que las novelas de Sábato no pueden interpretarse satisfactoriamente recurriendo solo a las perspectivas existencialistas: muchos asuntos de peso no se entienden cabalmente mientras no se toma en consideración la densa temática psicopatológica, sobre todo en relación con los protagonistas masculinos”. El crítico José Ortega López, por su parte, en «Las tres obsesiones de Sábato» (2009. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Alicante, España), explica (con relación al protagonista de la novela): “El problema fundamental de Castel es que su «yo» no logra conciliarse consigo mismo, obstaculizando una identidad que no llega a realizarse”, y agrega: “esquizofrenia que en último análisis es la consecuencia de una falsa conciencia producto de la ruptura dialéctica del «yo» y el mundo.”
Análisis
Es nuestra opinión que, como en muchas otras novelas de los más grandes autores, este también parecería proyectarse en el personaje protagónico de una de sus obras célebres, lo que, además, resulta congruente con la composición natal del querido Ernesto. Antes de explicar la posibilidad de alguna forma de desequilibrio, establezcamos sus aptitudes o talentos a la luz de su astrografía.
Nacido el 3 de julio de 1911 a las 7:00 a.m. en Rojas, Buenos Aires, Argentina.
Calificación Rodden: AA
- La posición de su regente natal, es decir, de la luna, declara interés no solamente en el conocimiento sino también en la literatura, pues combina el signo de Libra (académico) con el de Virgo (análsisi), cuyo regente (Mercurio) se haya emplazado en el signo de la luna (Cáncer) en la duodécima región de la astrografía, la que también rige (Géminis en la cúspide), y esta es una región comúnmente asociada con tendencias artísticas y literarias (Sábato fue también pintor, no solamente escritor).
- El cientificista y riguroso Saturno, por su parte, bebe de su elemento natural, la tierra (constructiva y metódica), pues se viste de Tauro en nada menos que la décima (profesión u oficio). Es decir, guarda dignidad accidental según la casa, pues esta es su casa de residencia.
- El cuántico Neptuno en el signo de la luna (Cáncer) en la primera región, a su turno, como significador de la Casa 9, declara vocación filosófica y talento para la física, además de sensibilidad artística, pues él es un gigante gaseoso (el más abstracto de los cuatro) y su dispositora se viste de Libra (aire) en la Casa 3 (cognitiva), por no mencionar que Mercurio (intérprete) se haya emplazado en el mismo signo conjunto al sol (luz), quien cuenta con hasta 19º en la Casa 1 (regente secundario), y ambos se adhieren al ASC del prócer desde la duodécima región del mapa.
- En la misma región encontramos al físico o nuclear Plutón en nada menos que el signo natural de Mercurio, Géminis (cognitivo, teórico, especulador), planeta que rige no solamente la Casa 3 (intelecto) sino también la 12 (psiquis).
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Venus (arte, sensibilidad artística) rige la décima (profesión u oficio), dispone de la luna (cognitiva) y se viste de un signo de fuego particularmente apasionado y creativo, Leo, mientras el sol, por su parte, de un signo de agua, el de la luna.
La posibilidad de experimentar alguna forma de desequilibrio, esquizofrenia o paranoia por parte del autor se concentra en Casas 1 y 12 donde presenta al gigante de los trastornos mentales y las crisis existenciales, Neptuno, en el signo de la luna (soñadora, psíquica), y a Mercurio (mente) en el mismo signo (Cáncer) en una casa relacionada no solo con las sublimaciones del arte sino también con trastornos o desequilibrios, acompañado de Plutón (fístulas, trastornos, aberraciones) en el signo natural de dicho planeta (Mercurio): Géminis, lo que al mismo tiempo promueve o estimula la luz para el psicoanálisis y la física. Quizá, si no hubiera gozado de la lucidez de la luna en Libra (equilibrio de la razón) en Casa 3 (mente), y hubiera estado conjunta a Plutón (disruptivo) o a Neptuno (esquizoide) o a Júpiter (expansivo) en Escorpio (signo opresivo para la luna), es probable que el nativo hubiera experimentado grandes o peores crisis o neurosis.