Learn the natural progression of the birthchart on the basis of a seven-year rhythm per house. It is how a Bulgarian-Uruguayan astrologer managed to make dozens of warnings and predictions.
Introducción
Leer sobre un método de división de casas es más o menos lo mismo que jugar al teléfono roto, juego en el que se susurran mensajes de persona a persona para después comparar el mensaje final con el original. La mayoría de los autores han incurrido en errores descriptivos, pero ninguna descripción ha padecido mayores errores que la del mecanismo de acción placidiano, es decir, el método de división de casas popularizado (no necesariamente desarrollado) por el monje benedictino Placidus de Titis (1603-1668), quien se inspiró en las direcciones primarias de Ptolomeo (siglo dos). Después de todo, se trata del mismo método con dos aplicaciones diferentes, una con relación al pronóstico, la otra con relación a la medición o construcción astrográfica (i.e. levantar la carta natal). El brillante practicante y talentoso baterista inglés Michael Wackford sostuvo (2006): “Lamentablemente, las definiciones convencionales del sistema de casas que lleva el nombre de Placidus han sido repetidas de manera incomprensible (o errónea), y algunos autores, engañándose a sí mismos y a sus lectores, han hecho que se impongan diversas variantes equivocadas.”
No obstante, ni siquiera Michael pudo ofrecer una explicación lo suficientemente clara sobre el método para sus lectores (si bien no ofreció una descripción “corrupta”, como manifiesta, y entendió bien el método). Esta es la razón por la que nos gustaría proporcionar mayor claridad con el menor tecnicismo posible. Lo que sigue puede ser considerado una explicación todavía más clara que la provista en una ilustración consignada en un paper reciente. Comencemos haciendo referencia a un interesante comentario hecho por otro astrólogo, Anthony Louis.
Hace dos navidades (2022) pudo concluir: “[…] los sistemas de casas astrológicas deben ser coherentes con la cosmovisión científica predominante de la época en la que se utilizan. En otras palabras, las casas astrológicas de una carta natal deben necesariamente dividir el espaciotiempo [horizonte] que nos rodea en el momento del nacimiento.” Y agrega: “El sistema Placidus resulta coherente con la descripción ptolemaica […] lo que toma en consideración tanto el espacio como el tiempo, anticipando así las nociones de espaciotiempo de Einstein y las geometrías no euclidianas del siglo XIX, implícitas en los escritos originales de Ptolomeo en el siglo II de nuestra era.”
No puede sino solamente tener toda la razón. ¿Pero qué significa eso en un español puro y claro o para quienes no poseen ningún conocimiento sobre física? Si el lector se molestara en buscar el término «tiempo propio» (o «proper time») en un diccionario de física e, incluso, en Google, comprenderá que la trayectoria verdadera de un objeto cualquiera es aquella que se produce con base en el desplazamiento espaciotemporal («línea universo» o «worldline», según su denominación en inglés), no solamente espacial, sino espacial según o con base en el tiempo, y que es exclusiva de su “propio reloj”, es decir, del reloj “que lleva o carga consigo”.
Cualquier medición llevada a cabo durante la vida diaria puede entrañar o el tiempo o el espacio a solas sin problema o inconveniente alguno, pero cuando de objetos masivos y altas velocidades se trata, no podemos (si deseamos precisión), medir solamente según el espacio o solamente según el tiempo, sino espaciotemporalmente, pues esta es la dimensión de la realidad que nos gobierna en la Tierra, y debido a que ella rota sobre su propio eje en un espacio curvado sobre el cual se desplaza alrededor del sol, el tiempo apropiado —o el camino verdadero del sol o de una de sus huellas (un signo o un grado de la eclíptica o cinturón zodiacal) desde el ASC hasta el MC y desde aquí hasta el DES— siempre está en juego.
La clave
¿Por qué resulta relevante en materia de división de casas o en el método placidiano? Porque, de la misma manera en que cada segmento de la eclíptica (i.e. signo) tiene un tiempo de ascensión oblicua específico en una latitud específica (el mismo que habría tenido el sol en la misma latitud cuando ocupó ese signo o segmento), también cada uno de sus grados (el mismo que habría tenido el sol en la misma latitud cuando ocupó dicho grado) en su viaje desde el horizonte (Asc) hasta el medio cielo (MC) y desde aquí hasta el punto contrario del horizonte (Des).
La causa de la clave
Tanto rotación (día) como revolución (año) pueden ser considerados dos marcos de referencia inerciales siempre y cuando permanezcamos en la misma latitud y la misma longitud, pues los diferentes tiempos de ascensión oblicua seguirán siendo los mismos para todos los signos o segmentos (i.e. meses). Como Galileo hubiera sugerido, todos los marcos de referencia inerciales fueron creados iguales.
La inclinación de un marco de referencia no inercial o en movimiento (la Tierra) con respecto a un sistema de referencia inercial (la eclíptica) es responsable de la primera forma de relatividad que conocemos, la astrología tropical, además de las otras dos (relatividad especial, o velocidad, y relatividad general, o gravedad). Cada día (i.e. en cada grado) el sol tiene un tiempo ascensional ligeramente distinto del que tuvo el día anterior y del que tendrá el día subsiguiente. Las diferencias temporales serán mayores cuanto mayor sea la distancia entre los segmentos de la eclíptica (v. gr. entre julio y enero, en vez de entre el 20 de julio y el 21 de agosto o entre el 20 de julio y el 21 de julio) y la del observador del ecuador. En física, se conoce como «ecuación del tiempo». Es la relatividad que rige la astrología tropical y su método natural de medición de casas, el método de los tiempos ascensionales (Placidus, o casas relativas).
Implicaciones de la clave
En este sentido, resulta apenas obvio que la cantidad de tiempo que el sol habría invertido en viajar desde el ASC hasta el MC y desde aquí hasta el DES sería diferente con base en la posición del observador, y que esto ha decidido los tiempos de ascensión oblicua de los doce segmentos de la eclíptica y sus grados individuales en (casi) todas las latitudes del globo, pues estos tiempos corresponden a los tiempos de ascensión del sol cuando ocupaba dichos segmentos o sus grados a lo largo del año en (casi) todas las latitudes. Es o debería ser también obvio que, aun cuando el sol ya no ocupa un segmento determinado, este conservará o retendrá siempre el mismo tiempo ascensional que tuvo cuando el sol lo ocupó (conservará también las mismas propiedades: elemento, polaridad o carga eléctrica y comportamiento o modalidad. Véase la teoría molecular de la eclíptica).
De esto sigue que la cantidad de tiempo que invierte un signo o un grado eclíptico en ascender sobre el horizonte en el Caribe *varía con relación tanto al observador en New York o en Kodiak como al día o el mes (i.e. cada grado o signo, respectivamente) en una misma latitud*, pues en ambos casos hacen sus observaciones bajo marcos de referencia diferentes (por no mencionar que, lejos del ecuador, también se desplazan o rotan más lento que el observador ubicado en el Caribe debido a la circunferencia de la Tierra, pero esta variable fue expuesta con suma brevedad en el paper antes referido).
Si esto es así, ¿por qué entonces resulta tan difícil o requiere tanto esfuerzo (casi el mismo que le toma al sol levantar el trasero en una región polar, si se me permite el humor) explicarle a los astrólogos, cuando no a toda la comunidad astrológica, que conocemos de los tiempos ascensionales de cada grado oblicuo particular gracias al sol y/o las estaciones? De modo que pueda reconocerse que, cuando medimos una región del cielo (i.e. casa), habremos de guardarle lealtad a todos los tiempos simultánea e ininterrumpidamente.
El hecho de que el sol haya desocupado el resto de los grados de la circunferencia no despoja a estos de sus tiempos ascensionales, ¿o sí? Esto implica reconocer que el grado ocupado por, dígase, la cúspide duodécima o la decimoprimera (o que la región exacta del horizonte ocupada por el grado en cuestión) representa un tiempo ascensional diferente que el del ASC (Alcabitius) y que el del MC (Koch). Esta es la razón por la cual nuestro cielo se halla inundado de líneas diurnas imaginarias y es nuestra tarea discernir los puntos de intersección entre estas y el cinturón zodiacal (i.e. eclíptica).
Es muy simple (aunque relativista). Después del siglo dos, Placidus debió haber sido, por esta razón, el único método que ha debido tenerse en cuenta (las mediciones espaciales ignoran, según la descripción anterior, el tiempo, y deben, por consiguiente, ser descartados).
Cada sexta parte del arco diurno (i.e. cada grado cuspal placidiano) representa la trayectoria recorrida por un grado zodiacal diferente, el que lleva consigo su propio reloj, velocidad o tiempo de ascensión. En este sentido, cada longitud de tiempo constituye una, dos, tres, cuatro o cinco sextas partes del tiempo que habría transcurrido desde el ascenso del sol si hubiere ocupado ese grado de la eclíptica (i.e. los cinco grados cuspales constituyen cinco trisecciones diferentes). Cuando medimos las casas de una astrografía, el sol no ocupa todos los grados simultáneamente, pero estos guardan consigo el tiempo establecido por el sol la primera vez que se levantó o amaneció con ellos a lo largo del año. Así, pues, medimos el tiempo de todos simultánea e ininterrumpidamente con el fin de determinar las cúspides de casas con la mayor precisión posible. Dicha medición, sin embargo, no es trigonométrica, sino física.
La medición astrográfica
Dicho lo anterior, usted debe saber igualmente que este movimiento (o desplazamiento espaciotemporal) aplica a todos los grados simultáneamente, aun cuando se encuentre interesado en solo en uno (en el ascendiente, para el caso de la medición de Alcabitius, o en el culminante, para el caso de la de Koch). Es decir, todos se desplazan al mismo tiempo (debido a la rotación terrestre). En este sentido, uno no puede dividir la cantidad de tiempo del grado ascendiente o la del medio cielo en tres partes iguales con el fin de aplicárselo a las cúspides intermedias (grados diferentes) indistintamente, sino a la cúspide (grado) que corresponde. Los grados de las dos cúspides intermedias tienen su propio tiempo ascensional o reloj (véase «tiempo propio» otra vez), a saber: aquel que el sol estableció la primera vez que se levantó o amaneció con él. (Esta es la manera en que sabemos de los tiempos ascensionales en un primer lugar.) De la misma manera en que no aplicamos al ASC ni al MC una tercera parte de la longitud de tiempo del grado de la duodécima o decimoprimera cúspide, no habremos de aplicarle a estas cúspides una tercera parte de la longitud de tiempo del ASC o del MC. Nos haría bien reconocer el verdadero camino o la verdadera longitud de tiempo («tiempo propio») de los dos puntos o grado eclípticos diferentes que efectivamente ocupan o marcan estas regiones del horizonte (cúspides intermedias). Si bien el ASC y el MC son medidos trigonométricamente, no por ello hemos dejado de respetar sus relojes. Siendo así, ¿por qué no molestarse en hacerlo para el resto, aun cuando represente una dificultad que solamente la triangulación pueda absolver?
Horas estacionales (o planetarias)
El lector debe saber también que esto no cambiará la verdad sobre las horas planetarias o estacionales. Al contrario: las confirmará. Es decir, esta verdad (horas estacionales) pueden existir y permanecen iguales, de manera perpetua, gracias a la realidad que ha sido descrita arriba: podrás establecer las horas estacionales (diurnas o nocturnas) de cualquiera sea el grado de la eclíptica que escojas, quiere decirse, cada hora constituirá una duodécima parte de la cantidad de tiempo total que el sol habría permanecido en el cielo visible (horas diurnas) o invisible (horas nocturnas) si hubiere ocupado dicho grado de la circunferencia. Debido a esto, cualquier cúspide (i.e. grado) de casa placidiana aparecerá necesariamente en la cúspide subsiguiente cada dos horas estacionales (i.e. de ese grado). Sea esta la única característica proporcional del método Placidus, pues cada casa medirá una cantidad de tiempo diferente (cada una es relativa con relación a la otra, necesariamente).
El comentario de Tony & de Mike
Así, cuando Tony hace referencia a Placidus como el más compatible con el espaciotiempo o la noción de Einstein sobre el tiempo y el espacio, también acierta, tanto como Michael Wackford cuando explica (1994) que este método es el más natural. Tanto así, que no tenemos que apelar a o emplear la herramienta creada por el hombre o el ser humano que conocemos como matemática (trigonometría), sino una observación no sesgada del cielo, es decir, la física.
Sistemas de casas: un debate intrínsecamente innecesario
Sin importar cuán claro, inequívoco o verdadero pueda esto ser considerado, muchos no han comprendido el mecanismo de acción de la medición placidiana (o espaciotemporal o relativa) de las casas y la inmensa mayoría de astrólogos se concentra solo en decir o señalar el hecho de que Placidus triseca o divide en tres partes el semiarco con base en el tiempo. Pero también lo hacen Alcabitius y Koch, y parecería que han encontrado cierta dificultad en explicar la diferencia, es decir, en explicarse a sí mismos y a sus lectores o a los demás cómo, exactamente, esto es así: tanto Alcabitius como Koch emplean la medición Placidus para un solo grado de la eclíptica, mientras Placidus para todos simultáneamente, pues es consciente de la relatividad de los tiempos ascensionales (no necesariamente de la relatividad según la entendemos hoy, por supuesto, pues deriva de una tercera expresión de la dilatación del tiempo, pero casi).
¿Puede decirse, entonces, que si la comunidad hubiera comprendido esto desde el principio, los únicos modelos de carta existentes serían los de los signos enteros, las casas iguales, las casas de Porfirio, (quizá también las de Alcabitius) y las de Placidus? Si tomáramos en consideración el conocimiento y las herramientas disponibles de la época, estas serían las únicas mediciones que importarían, donde la más avanzada es, por supuesto, las casas placidianas (o relativas); e irónicamente, pues precede todos los debates (innecesarios).
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Presentamos esto originalmente en Dilatación del tiempo según la astrología tropical y por qué la medición Placidus de las regiones astrográficas es compatible con la teoría de la relatividad (Bustamante, D. 26 de septiembre de 2024). Allí explicamos nociones como las transformaciones de Lorentz, la dilatación del tiempo, la relatividad especial y el cinturón zodiacal, entre otras.
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Referencias
Carroll, Sean. (2022). The Biggest Ideas in the Universe. Space, Time, and Motion. Dutton. Penguin Publishing Group. New York.
Chatham, Rhys. (Abril 2, 2021). “Placidus versus Alcabitius House System.” Rhys Redmond Chatham Astrology. Recuperado de: https://rhysastrology.fr/placidus-vs-alcabitius/
Forest, Steven. (2023) Why I Use Placidus Houses. Forest Astrology. Recuperado de: https://www.forrestastrology.com/blogs/astrology/why-i-use-placidus-houses
Holden, Ralph. (1977). The Elements of House Division. Raven Dreams Press (reimpreso, 2023). Boulder, Colorado, Estados Unidos.
Louis, Anthony. (Diciembre 28, 2022). “Space-Time and Astrological House Systems.” Anthony Louis Astrology Blog. Recuperado de: https://tonylouis.wordpress.com/2022/12/28/space-time-and-astrological-house-systems/
Louis, Anthony. (Febrero 23, 2023). “William Lilly’s Squares [λ 90º] acting like Sextiles [λ 60º]!” Anthony Louis Astrology Blog. Recuperado de: https://tonylouis.wordpress.com/2023/02/23/william-lillys-squares-acting-like-sextiles/
Louis, Anthony. (Septiembre 5, 2024). “Can a sextile [λ 60º] act like a square [λ 90º]?” Anthony Louis Astrology Blog. Recuperado de: https://tonylouis.wordpress.com/2024/09/05/can-a-sexile-act-like-a-square/
Placidus de Titis. (1814) Primum Mobile. trans. John Cooper. David and Dickson. Londres, Inglaterra, RU.
Ptolomeo. (1940). Tetrabiblos. Loeb Classical Library. Harvard University Press. Boston, Massachussets. Estados Unidos.
Wackford, Michael. (1994, repr. 2006). “Placido and the semi-arc method of house division.” Skyscript. Recuperado de: https://www.skyscript.co.uk/placido.html